Un 3 cubierto de azul que crece

Por: Luis David Parra

Acabo de ver el partido Colombia Vs Ecuador en televisión. Perdimos 0 a 1. Nos taparon un penal, Chitiva jugó unos minutos que no pesaron y de los demás, tiros desviados, pocas jugadas envidiables, pero mucha fuerza y garra. Chile y Uruguay, rivales en la próxima fecha, tuvieron resultados adversos. Chile jugó un partidazo pero cayó por la mínima diferencia frente a Turquía, mientras Uruguay le hizo 3 a Japón. No estoy preocupado. No tengo nervios. Ecuador. Son duros, pero al mismo tiempo saben con la bola. Guerrón no mantiene el nivel de la libertadores pero igual marca la diferencia. Como lo hace Hurtado. Iván Jacinto Hurtado Angulo, defensa central y capitán de la selección ecuatoriana de fútbol. Jugador del club deportivo Los Millonarios. Sin duda, un gran jugador. Hacía mucho tiempo no teníamos la oportunidad de ver un jugador de su calidad y experiencia en las filas azules. Hacía mucho tiempo no teníamos la oportunidad de ver un golazo de tiro libre de 40 metros a quema ropa, con el patrocinio de su calidad y experiencia. Haber jugado dos mundiales y en equipos como La Piedad, nos dice que es un jugador al que las sabias acciones de escupir al contrario, provocarlo "psicológicamente" dentro y fuera de la cancha, ablandarlo a punta de pata o aplicarle la "tijera" del ringo Amaya y de muchos otros jugadores de otros clubes, le son conocidas, claro, pero al mismo tiempo innecesarias. Se le nota que piensa al jugar, como los grandes, que juegan con la cabeza levantada. Cuando lo veo jugar para Millos se siente la base, y se necesita una base para armar el ataque, para conseguir un gol y también para evitarlo. Ese número blanco cubierto de azul en su espalda se está haciendo más grande. Como hacía mucho tiempo no pasaba. Uno puede sentir eso a veces. Es parecido al momento en el que se hace fila para comprar la boleta, aún falta para el pitazo inicial del partido, pero está tan cerca que con cerrar los ojos uno pude escucharlo. Ese número se está haciendo grande. Ojalá se vuelva tan grande, como para alcanzar a recordarlo. Como a muchos otros ídolos que nos han dado la felicidad de un campeonato.