Millos se trae un punto y su hinchada copa Medellín



Creo que el partido en Medellín merece un capítulo aparte pero para la hinchada, en lo deportivo no pasó de un partido más, un empate sin goles y algo desabrido, Millos no jugó tan bien como en las anteriores salidas aunque tampoco fue mala la presentación, el rival también se paró bien. Pero la hinchada, la hinchada se pasó, otra vez las caravanas azules coparon las carreteras y llenaron la popular en la loma. Ya no hay más que demostrar si de eso se trata, la hinchada más viajera de Colombia de nuevo llenando tribunas, sin pedir cacao a filiales ni nada de eso, la banda bogotana de nuevo en la provincia alentando al azul campeón.


Se demostró también que la gente se mamó de la pelea entre las mismas barras, aunque muchos buses eran de la Blue Rain y otros tantos de las dos partes de Comandos, los que íbamos aparte éramos muchísimos más, ahí se vio que a la hora de acompañar a Millos a la gente le importan poco esos putos que le tiran a la gente de Millos y no van a ver al equipo, los famosos hinchas de la hinchada, que cada vez son menos. Alrededor de 50 buses salieron de Bogotá en caravana, no hay número exacto de motos y carros particulares pero seguro fueron muchos porque en la loma la tribuna azul pareció local. Mención aparte a la gente de Oriental que demostró que la organización de los hinchas de Millonarios está para grandes cosas, muchos de esos buses estaban repletos de la gente de Oriente.


En general el comportamiento de la hinchada azul fue bueno, sin problemas, se puede estar juntos sin dilemas, cada quien por su lado sin pensar en nada más que alentar a Millos. Pero los paisas, los paisas, los paisas si tienen un guevazo para la logística, todo iba bien hasta el último retén, la entrada se hizo con buen tiempo, pero preciso desviaron la caravana por unas cuadras en las que éramos blanco fácil de piedras, botellas y demás objetos que lanzaban los ardidos sureños de ver que les íbamos a llenar la casa, varios buses resultaron con los vidrios rotos; lo peor es que fue apedreado el bus del equipo, Nicolás García y Matias Urbano fueron afectados por las esquirlas de los vidrios y nadie responde. Eso paisa, eso no se hace, con la hinchada lo que sea, pero con el bus del equipo uno no se mete.


En la entrada del estadio hubo una pelotera tremenda y como siempre vino la represión policial, el esmad y los carabineros se dieron gusto repartiendo bolillo, ya es costumbre para estos entes maltratar a los de Millos. Lo mismo a la salida, nos fueron sacando 15 minutos antes anunciando por los altavoces la salida de la gente millonaria, cosa que aprovecharon los verdes de occidental para agredir a los azules que salían de esa tribuna. Nada de eso importó, una vez más los verdes escucharon -y en su casa- lo que es una hinchada que le canta con pasión y amor a su equipo los 90 minutos, que orgullo ser de Millonarios.

Millonarios, grande por su historia, inmenso por su gente.


Fotos: Fundación Juan Manuel Triana




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