La peor dirigencia de la historia
Reproducimos un artículo que habla perfectamente acerca de esta, la quinta eliminación seguida que sufre nuestro club de los últimos torneos del Fútbol Profesional Colombiano.
Desde que Juan Carlos López llegó a la presidencia de Millonarios el equipo ha disputado once campeonatos locales, dos copas internacionales y dos Copas Colombia. Y salvo las semifinales de la Suramericana /07 todo se resume en un balance pésimo. El pasivo económico es cada vez mayor, las eliminaciones vergonzosas se convirtieron en pan de cada día igual que los papelones y Millonarios, en lugar de mejorar, empeora. Pero no todo es malo para López: durante su tiempo como presidente pasó de ser un minoritario más para convertirse en uno de los socios mayoritarios, y de ahí solamente puede sacarse él mismo.
Desde 2004 a la fecha Millonarios jugó dos veces la Copa Suramericana, en la primera ocasión salió en primera ronda tras perder la serie inicial con el Junior y en la segunda alcanzó las semifinales de una forma milagrosa tras la llegada de Mario Vanemerak. Un pésimo arbitraje en México acabó con un sueño. Esa participación de 2007 es el único logro deportivo de la gestión López. Millonarios volvió a dar de qué hablar en el ámbito internacional. Pero todo lo demás va cuesta abajo.
En 2004 el pasivo era de 12 mil millones de pesos. Hoy, cinco años después, ese pasivo ya pasó por el doble de la cifra inicial. Y en lo deportivo ni hablar: 11 torneos cortos disputados en los cuales Millonarios quedó eliminado de las semifinales en 8, sólo pudo entrar a cuadrangulares tres veces (2006-I, 2006-II y 2007-I) y nunca llegó a una final. Adicionalmente, dos participaciones en Copa Colombia con igual número de papelones, eliminaciones vergonzosas a cargo de equipos de la categoría de ascenso. Han habido equivocaciones en todas partes: Un desfile de técnicos y de jugadores cada seis meses con el mismo resultado: un papelón. Salvo Juan Carlos Osorio, todos los que vinieron sufrieron eliminaciones y puestos de mitad de tabla hacia abajo (excepto Miguel Prince, quien logró clasificar pero después lo sacaron para darle paso al mismo Osorio). Pasaron Cortés, Miranovic, 'Pecoso' Castro, Prince, Lasarte, Vanemerak, Quintabani y García, y todos quedaron por fuera de los 8. Pero esta administración ha llegado más allá de lo que cualquiera hubiera imaginado: la división entre la hinchada tocó su punto más alto, incluso hasta llegar a ver como la que hasta hace unos años era la barra brava más significativa de Millonarios y del país se dividiera y ver a la tribuna norte en el presente es penoso.
Cada vez son más los que optan por no volver al estadio por los pésimos resultados y lo único que se puede responder ante tantas debacles es que "Millonarios es una empresa viable". Vamos cuesta abajo, todo es malo y vergonzoso para nosotros. Pero no para el presidente, que durante su gestión se encargó de ir adquiriendo derechos hasta convertirse en socio mayoritario. Ganó él, perdimos nosotros y para cambiar esa condición no podemos hacer nada. En otras palabras, López puede salir de la presidencia, pero uno de los suyos será quien lo reemplace y nada va a cambiar. La única forma de que todo cambie de verdad es que venda, tanto él como los demás mayoritarios, y eso dificilmente va a pasar.
Millonarios completó dos décadas sin ganar nada, durante este lapso han pasado presidentes y administraciones malísimas una detrás de la otra y por eso estamos como estamos. Pero mirando los números esta es la peor administración de la historia. Ni en lo administrativo ni en lo deportivo hay buen balance. Las administraciones anteriores fueron tétricas, pero Millonarios al menos jugaba cuadrangulares. Ahora estar del noveno puesto hacia abajo y vivir eliminados como cualquier equipo chico se volvió una horrible costumbre.
Desde 2004 a la fecha Millonarios jugó dos veces la Copa Suramericana, en la primera ocasión salió en primera ronda tras perder la serie inicial con el Junior y en la segunda alcanzó las semifinales de una forma milagrosa tras la llegada de Mario Vanemerak. Un pésimo arbitraje en México acabó con un sueño. Esa participación de 2007 es el único logro deportivo de la gestión López. Millonarios volvió a dar de qué hablar en el ámbito internacional. Pero todo lo demás va cuesta abajo.
En 2004 el pasivo era de 12 mil millones de pesos. Hoy, cinco años después, ese pasivo ya pasó por el doble de la cifra inicial. Y en lo deportivo ni hablar: 11 torneos cortos disputados en los cuales Millonarios quedó eliminado de las semifinales en 8, sólo pudo entrar a cuadrangulares tres veces (2006-I, 2006-II y 2007-I) y nunca llegó a una final. Adicionalmente, dos participaciones en Copa Colombia con igual número de papelones, eliminaciones vergonzosas a cargo de equipos de la categoría de ascenso. Han habido equivocaciones en todas partes: Un desfile de técnicos y de jugadores cada seis meses con el mismo resultado: un papelón. Salvo Juan Carlos Osorio, todos los que vinieron sufrieron eliminaciones y puestos de mitad de tabla hacia abajo (excepto Miguel Prince, quien logró clasificar pero después lo sacaron para darle paso al mismo Osorio). Pasaron Cortés, Miranovic, 'Pecoso' Castro, Prince, Lasarte, Vanemerak, Quintabani y García, y todos quedaron por fuera de los 8. Pero esta administración ha llegado más allá de lo que cualquiera hubiera imaginado: la división entre la hinchada tocó su punto más alto, incluso hasta llegar a ver como la que hasta hace unos años era la barra brava más significativa de Millonarios y del país se dividiera y ver a la tribuna norte en el presente es penoso.
Cada vez son más los que optan por no volver al estadio por los pésimos resultados y lo único que se puede responder ante tantas debacles es que "Millonarios es una empresa viable". Vamos cuesta abajo, todo es malo y vergonzoso para nosotros. Pero no para el presidente, que durante su gestión se encargó de ir adquiriendo derechos hasta convertirse en socio mayoritario. Ganó él, perdimos nosotros y para cambiar esa condición no podemos hacer nada. En otras palabras, López puede salir de la presidencia, pero uno de los suyos será quien lo reemplace y nada va a cambiar. La única forma de que todo cambie de verdad es que venda, tanto él como los demás mayoritarios, y eso dificilmente va a pasar.
Millonarios completó dos décadas sin ganar nada, durante este lapso han pasado presidentes y administraciones malísimas una detrás de la otra y por eso estamos como estamos. Pero mirando los números esta es la peor administración de la historia. Ni en lo administrativo ni en lo deportivo hay buen balance. Las administraciones anteriores fueron tétricas, pero Millonarios al menos jugaba cuadrangulares. Ahora estar del noveno puesto hacia abajo y vivir eliminados como cualquier equipo chico se volvió una horrible costumbre.
Por: Gabriel Jimenez, tomado de www.losmillonarios.net, 15 de noviembre de 2009.
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