Contra los verdes, las populares para los de Millonarios... hasta cuando??
Reproducimos un escrito de la página www.losmillonarios.net, que nos parece apropiado para estos días en que se debate el tema de la tribuna sur para la Blue Rain y no para los hinchas de nacional. Al que corresponda que reflexione, y los hinchas a presionar.
LA TRIBUNA SUR PARA LA BLUE RAIN EN EL PARTIDO CON NAL..................Como si el país no estuviera buscando fórmulas de entendimiento y reconciliación, el gobierno de Medellín se ha dado a la tarea de acrecentar el odio regional entre el equipo de la Capital de la República y el de ese municipio antioqueño. El pasado sábado en horas de la mañana, fueron devueltos de territorio paisa, casi una decena de buses (más de 400 hinchas). ¿La razón? Tan inexplicable como absurda: no pedirle excusas públicas al “noble” pueblo medellinense por los cánticos entonados en el partido contra Nacional el pasado mes de marzo. El señor Jesús María Ramírez Cano, Secretario de Gobierno de Medellín y el señor Alonso Salazar Jaramillo, alcalde del mismo municipio, parecen contradecirse cuando invitan a los habitantes de esa localidad a rechazar todo tipo de violencia, pero cometen vejámenes, rayando en lo xenófoba y lo ilógico, contra lo proveniente de la Capital de Colombia, a saber: - Vetaron al grupo de ska bogotano “Odio a Botero” de participar en el festival de rock “Altavoz” que se viene realizando cada año en tierra paisa. - Cada vez que los equipos bogotanos juegan contra los de Medellín, las sus hinchadas son obligadas a permanecer durante varias horas en los peajes del área metropolitana y sólo se les permite ingresar al estadio Atanasio Girardot quince minutos después de comenzar el partido y con violencia física y psicológica, son expulsados del mismo quince minutos antes del pitazo final. Pasó con los Comandos. Pasó con la Guardia Albiroja. Sin embargo, lo ocurrido el 19 de julio es inaudito y merece el rechazo de parte de toda la hinchada millonaria. Los miembros de la barra Comandos Azules Distrito Capital, iban a ser obligados a pedir excusas en una rueda de prensa por las ofensas contra los antioqueños. De no presentarlas, se les prohibiría el ingreso a Medellín. Señores Ramírez y Salazar: Señálenle ustedes a la fanaticada azul, los artículos de la Constitución Nacional ó de la Ley de la República que obliguen a alguien a pedir excusas so pena de no ingreso a determinado lugar público del territorio nacional. El derecho de admisión se lo reserva el propietario, administrador ó encargado de un lugar privado. Tal vez piensen los citados funcionarios públicos, que los hinchas de Nacional y Medellín tienen comportamientos ejemplares cuando arriban a Bogotá a acompañar a sus equipos. Seguramente creerán que Los del Sur no traen sustancias alucinógenas sino rosas para repartirle a las mujeres bogotanas. Posiblemente la Rexistenxia Norte no trae armas blancas y hasta granadas de fragmentación sino chocolates para las capitalinas. Probablemente el alcalde de Medellín está convencido de que cuando entonamos el himno de Bogotá en un partido contra los equipos antioqueños en nuestra ciudad, ellos sacan pañuelos blancos y almidonados de los bolsillos de sus blazers ingleses y los agitan en señal de hermandad. El Secretario de Gobierno seguramente piensa que cuando los “sureños” destruyeron los baños de la tribuna lateral norte del estadio El Campin, su intención era la de arreglar unas fugas de agua y de destapar las cañerías. Estoy casi seguro de que ellos aseveran que cuando un barrista de Nacional ó Medellín viene a Bogotá, trae cuchillos para vender en San Victorino y no para introducírselo en el cuerpo a cualquier bogotano. ¿No los obligarían ustedes a pedir excusas por lo que hacen contra Bogotá en nombre de Antioquia? Que mal están. Todos merecemos respeto: los hinchas y los que no lo son. La tolerancia que propugna el gobierno de Medellín no puede quedarse en el papel ó aplicarse sólo a propios, excluyendo a los extraños de esa tierra. Atropellos como los cometidos el sábado, pueden convertirse en detonantes de una aversión mutua que nunca va a terminar, pero con la que se puede vivir.
LA TRIBUNA SUR PARA LA BLUE RAIN EN EL PARTIDO CON NAL..................Como si el país no estuviera buscando fórmulas de entendimiento y reconciliación, el gobierno de Medellín se ha dado a la tarea de acrecentar el odio regional entre el equipo de la Capital de la República y el de ese municipio antioqueño. El pasado sábado en horas de la mañana, fueron devueltos de territorio paisa, casi una decena de buses (más de 400 hinchas). ¿La razón? Tan inexplicable como absurda: no pedirle excusas públicas al “noble” pueblo medellinense por los cánticos entonados en el partido contra Nacional el pasado mes de marzo. El señor Jesús María Ramírez Cano, Secretario de Gobierno de Medellín y el señor Alonso Salazar Jaramillo, alcalde del mismo municipio, parecen contradecirse cuando invitan a los habitantes de esa localidad a rechazar todo tipo de violencia, pero cometen vejámenes, rayando en lo xenófoba y lo ilógico, contra lo proveniente de la Capital de Colombia, a saber: - Vetaron al grupo de ska bogotano “Odio a Botero” de participar en el festival de rock “Altavoz” que se viene realizando cada año en tierra paisa. - Cada vez que los equipos bogotanos juegan contra los de Medellín, las sus hinchadas son obligadas a permanecer durante varias horas en los peajes del área metropolitana y sólo se les permite ingresar al estadio Atanasio Girardot quince minutos después de comenzar el partido y con violencia física y psicológica, son expulsados del mismo quince minutos antes del pitazo final. Pasó con los Comandos. Pasó con la Guardia Albiroja. Sin embargo, lo ocurrido el 19 de julio es inaudito y merece el rechazo de parte de toda la hinchada millonaria. Los miembros de la barra Comandos Azules Distrito Capital, iban a ser obligados a pedir excusas en una rueda de prensa por las ofensas contra los antioqueños. De no presentarlas, se les prohibiría el ingreso a Medellín. Señores Ramírez y Salazar: Señálenle ustedes a la fanaticada azul, los artículos de la Constitución Nacional ó de la Ley de la República que obliguen a alguien a pedir excusas so pena de no ingreso a determinado lugar público del territorio nacional. El derecho de admisión se lo reserva el propietario, administrador ó encargado de un lugar privado. Tal vez piensen los citados funcionarios públicos, que los hinchas de Nacional y Medellín tienen comportamientos ejemplares cuando arriban a Bogotá a acompañar a sus equipos. Seguramente creerán que Los del Sur no traen sustancias alucinógenas sino rosas para repartirle a las mujeres bogotanas. Posiblemente la Rexistenxia Norte no trae armas blancas y hasta granadas de fragmentación sino chocolates para las capitalinas. Probablemente el alcalde de Medellín está convencido de que cuando entonamos el himno de Bogotá en un partido contra los equipos antioqueños en nuestra ciudad, ellos sacan pañuelos blancos y almidonados de los bolsillos de sus blazers ingleses y los agitan en señal de hermandad. El Secretario de Gobierno seguramente piensa que cuando los “sureños” destruyeron los baños de la tribuna lateral norte del estadio El Campin, su intención era la de arreglar unas fugas de agua y de destapar las cañerías. Estoy casi seguro de que ellos aseveran que cuando un barrista de Nacional ó Medellín viene a Bogotá, trae cuchillos para vender en San Victorino y no para introducírselo en el cuerpo a cualquier bogotano. ¿No los obligarían ustedes a pedir excusas por lo que hacen contra Bogotá en nombre de Antioquia? Que mal están. Todos merecemos respeto: los hinchas y los que no lo son. La tolerancia que propugna el gobierno de Medellín no puede quedarse en el papel ó aplicarse sólo a propios, excluyendo a los extraños de esa tierra. Atropellos como los cometidos el sábado, pueden convertirse en detonantes de una aversión mutua que nunca va a terminar, pero con la que se puede vivir.
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